El monolito del Santo Grial
(Extracto - revista Misterios 2.0 nº3 septiembre/2016 - Ver)
Antes de contaros la experiencia en el monolito del Santo Grial, de nombre Peyrolles y por nosotros apodado Arcadín, es necesario explicar que previamente detuvimos el codexmóvil entre los pueblos de Serres y Arques, en el arcén de la carretera serpenteante que discurre por donde antaño estuviera emplazada la peculiar tumba de los Pastores de Arcadia –Como se la ha bautizado–, un sepulcro de piedra escoltado por la vegetación en lo alto de un pequeño cerro próximo a Rennes le Chateau. Se trataba de una tumba edificada en el siglo XX, y que fue volada en mil pedazos por el propietario de aquellos terrenos a causa de los numerosos curiosos que se aproximaban al lugar. A este sepulcro se le ha relacionado con Los Pastores de Arcadia, una obra pictórica de Nicolas Poussin –Pintor francés del siglo XVII–, donde aparece una sepultura similar con una inscripción Et in Arcadia Ego –Y en la Arcadia existo, se podría traducir–. Este texto en latín es el mismo que halló el cura Bérenguer Saunière sobre la lápida de la marquesa de Hautpoul en el cementerio de Rennes Le Chateau. Además, el texto también habría sido el lema de Pier Plantard y el supuesto Priorato de Sion -1964-.
Sin duda para comprender el valor del ancestral menhir de Peyrolles es necesario tener muy presente la enigmática historia de Bérenguer Saunière. Y aquí va un necesario recordatorio. Fue un joven presbítero que a finales del siglo XIX y enfrentado con el clero fue trasladado a una aldea de escasos habitantes del sur de Francia; Rennes Le Chateau. Enseguida inició unas obras de restauración tanto de la iglesia como de la casa parroquial, ambas en desastroso estado. Para ello debió emplear enormes sumas de dinero que en principio no disponía. Además, durante el transcurso de los años alzó un gran jardín, cambió las lápidas y tumbas del cementerio de un lugar a otro, y construyó Torre Magdala –Biblioteca de libros extraños con la que ofrendaría, como la mayor parte del recinto religioso, a María Magdalena–, además de construir Villa Betania. Algunos dicen que ese capital pudo conseguirlo tras un hallazgo encontrado en el interior de una columna visigoda de la iglesia. Pudo haber descubierto también, unos documentos que algunos investigadores creen que harían referencia al linaje de María Magdalena. Sin embargo, otros hablan de que se trataría del secreto de los Templarios…, de un tesoro.
La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón fue una estructura militar y religiosa que dominó Europa durante parte de los siglos XII y XIII. Nueve caballeros franceses guiados por Hugo de Payens –En gran medida, familiares entre sí–marcharon a Jerusalén en pro de la Primera Cruzada para salvaguardar a los cristianos y peregrinos que se encontraban en Tierra Santa tras su conquista –Aspecto que pondría personalmente en seria duda, pues poco iban a defender nueve hombres, a no ser que fueran acompañados de un buen batallón armado. Por otro lado, es muy probable que fueran enviados porque, años antes, Hugo de Champaña, de quien era vasallo fiel Hugo de Payens, habría descubierto algo en su previa visita a Jesusalén–. La historia explica que durante casi una década se mantuvieron en clausura en el palacio del rey Balduino II, la mezquita de Al-Aqsa, ubicados entre los muros de lo que había sido el Templo de Salomón –O de Jerusalén; recinto religioso por excelencia del pueblo israelita y contenedor de otra de las reliquias sagradas de la historia más codiciadas, el Arca de la Alianza–. Allí, se harían con grandes tesoros y entre ellos, ¿el Santo Grial? ¿Un Santo Grial que los templarios habrían trasladado al sur de Francia? (seguir leyendo nº3 revista Misterios 2.0 set/16)
