La Santa Cruz
(Extracto - revista El Mundo Sobrenatural nº4 abril/2016 - Ver ON LINE - Descárgatela )
La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Salomón fue una estructura militar y religiosa que dominó Europa durante parte de los siglos XII y XIII. Nueve caballeros franceses guiados por Hugo de Payens –En gran medida, familiares entre sí–marcharon a Jerusalén en pro de la Primera Cruzada para salvaguardar a los cristianos y peregrinos que se encontraban en Tierra Santa tras su conquista –Aspecto que pondría personalmente en seria duda, pues poco iban a defender nueve hombres, a no ser que fueran acompañados de un buen batallón armado–.
La leyenda explica que durante casi una década se mantuvieron en clausura en el palacio del rey Balduino II, la mezquita de Al-Aqsa, ubicados entre los muros de lo que había sido el Templo de Salomón. Allí, descubrirían grandes tesoros y entre ellos…¿el Santo Grial?
Los tesoros, riquezas o elementos sagrados que los monjes guerreros pudieron traerse de Tierra Santa a Europa han sido objeto de especulación a diestro y siniestro. Entre tales elementos, además del Grial, cabe destacar distintas figuras evocadoras de la virgen negra –Representación de la Virgen María mostrada con piel oscura. Su raíz se hallaría en la apropiación por el cristianismo más incipiente de la simbología expresada por las ancestrales divinidades referentes a la fertilidad, como es el caso de Isis; la Gran Diosa Madre en la tradición egipcia–.
El objetivo del equipo del podcast<<Codex… más allá del misterio>> de seguir la leyenda del Santo Grial por los enclaves donde ha sido relacionado, nos llevó a visitar en primera instancia el monasterio benedictino de Montserrat, donde se representa la estatuilla de la popular Moreneta–Una réplica de la virgen negra–.
Según una vieja historia, el evangelista San Lucas,a petición de San Pedro, habría sido el encargado de esculpir la figura en madera de ciprés abrasada por el impacto de un rayo –De ahí su color negruzco–. Un viaje iniciado en Jerusalén hasta la ciudad condal habría sido el itinerario que recorrería la efigie antes de ser ocultada en el agreste macizo de Montserrat (718 ac). Prácticamente una centuria después la talla sería descubierta de forma extraña por unos pastores, tras avistar surcando los cielos una luz de origen desconocido que se aproximabahacia la misma montaña. Transcurrida tan sólo una semana de la visión del objeto volador no identificado –Podríamos denominarlo así, ¿Por qué no? – hallaron la figura en una cavidad, conocida como la Santa Cova.
Persiguiendo el rastro de la misteriosa talla, las pistas nos dirigieron a la que es considerada la basílica más antigua de la ciudad de Barcelona, SantJust i Pastor o de la Santa Cruz –En alusión a una de sus capillas interiores–, donde se exhibe otra representación de la deidad–También réplica–, pero por donde pudo haber pasado la original, si no es que aún permanece conservada en algún recoveco apartado del edificio.
Formada por una nave central y cerrada por bóvedas de crucería, la iglesia se alza impertérrita en una plazuela a la que se accede atravesando las angostas callejas y pasajes que caracterizan el barrio gótico de Barcelona. Encontramos sus orígenes, según documentación, en el siglo XII, pero la tradición la sitúa varios siglos antes, en el IV dc.El nombre se lo debe a los que fueron denominados como los Santos niños–Mártires hispanorromanos ajusticiados en el cuarto siglo en el municipio de Alcalá de Henares a la edad de siete y nueve años, respectivamente. Los restos de los santos hicieron un curioso viaje –Por decirlo de algún modo–, pues tras pasar por Huesca y Francia, terminaron regresando al mismo lugar donde habían sido ejecutados.
Distintos enigmas encierran Sant Just i Pastor, y uno de ellos es el que vamos a arriesgar en el presente artículo, pese a que la documentación oficial y la postura ortodoxa, pueda rasgarse con ello las vestiduras –Ni la una ni la otra deben creerse siempre a pies juntillas–. Y aunque pueda tratarse meramente de conjeturas, lo importante es hacernos preguntas y no darlo todo por sentado.
La rotunda negación de que la basílica tenga conexión con la Orden del Temple y, posiblemente, con su tesoro, es la respuesta que, como acabamos de comentar, ofrece la documentación oficial y la postura ortodoxa. Pero existen una serie de señales, indicios o elementos que nos permiten abrir otras puertas (…)
