El Bunker –Así en el Cielo como en el Infierno
(Extracto revista Misterios 2.0 jul/2015)
La cara este de Barcelona es protegida desde tiempos antediluvianos por Montjuïc, montaña que además de pulmón de la urbe es centro neurálgico de museos, parajes deportivos y variopintos jardines, aparte de haber albergado años atrás un parque de atracciones que a día de hoy, sin duda, ha perdido la batalla frente al hercúleo Tibidabo –parafraseando a Kiko Mulder–, situado al otro lado de la gran ciudad y visible desde las alturas de la montaña.
A principios del pasado siglo XX, anacoretas y estudiosos escogieron la mole geológica ansiados de calma y meditación por representar una enclave de marcado poder telúrico; manifestado por un dolmen –hoy ya no existe– que custodió la angosta vereda que se dirige hacia el fortín militar de la cúspide, y por el clandestino y poco conocido refugio de brujas a orillas del pantano de la Foixarda –El Agujero del Diablo–, donde los aquelarres venerando al demonio entorno a una hoguera se perpetraron para la veneración del Diablo –según confesaron los torturados testimonios de la época–.
Juan de Dios Reyes, exmilitar, especialista en operaciones de campo y componente del equipo del podcast <<CODEX… más allà del misterio>> conoció por boca de un investigador de base del fenómeno paranormal la ubicación exacta de lo que presumiblemente sería un refugio o bunker –construcción de defensa ante ataques en estado de guerra–. A diferencia del refugio 307, que a no demasiada distancia era un espacio de protección pública y de visita turística –previo pago, claro está–, el lugar que íbamos a explorar conformaba un agujero dejado prácticamente de la mano de dios (...)